Compliance está de moda

Con esta frase comienza el artículo publicado en Cinco Días, de título “Compliance: una profesión de futuro y necesaria” y escrito por Sylvia Enseñat de Carlos, presidenta de ASCOM, Asociación Española de Compliance. Nos atrevemos a resumirlo en este post.

Compliance es un término cada vez más utilizado y con más protagonismo en España. Es algo importado del mundo anglosajón, difícil de entender y asimilar para nuestra cultura. Pero la globalización manda y el Compliance cada vez está más instalado. Se sigue el ejemplo de normativas extranjeras, como la Foreign Corrupt Practices Act estadounidense o la UK Bribery Act del Reino Unido, que exigen a todas las empresas su cumplimiento, independientemente del país de donde procedan. Es necesario si se quiere hacer negocio con empresas de esos países.

Compliance se define como la función dentro de una organización que vela por el cumplimiento de la letra y del espíritu de las normas. Es decir, procurar que se acaten los principios éticos de la actividad empresarial. El responsable de Compliance debe implementar un sistema de control que permita prevenir las siguientes situaciones de riesgo:

  • Corrupción
  • Estafas
  • Fraude interno
  • Malas prácticas comerciales
  • Prácticas fraudulentas con la clientela

La misión del responsable de Compliance es identificar, evaluar, prevenir e informar sobre el riesgo de no cumplir con el marco normativo o los códigos éticos aplicables, que se puede traducir en:

  • Sanciones legales
  • Pérdidas económicas
  • Daños en reputación o imagen

La legislación española ha establecido la obligación de que todas las empresas cuenten con programas de prevención, o compliance programmes. Son mecanismos de detección de riesgos y protocolos de actuación para prevenirlos. También hay que advertir que por muchos mecanismos de prevención que haya, el cumplimiento ético es una decisión de las personas. En esta línea, los máximos dirigentes de las empresas deben colocar la ética empresarial al frente de todas las decisiones y prácticas, y deben transmitir la cultura de compliance a toda la organización.

También hay que entender que los departamentos, responsables y mecanismos de Compliance no suponen solo un coste para las empresas. Hay que tener en cuenta los beneficios que se obtienen del cumplimiento normativo y ético, como son:

  • Aumentar la confianza de la clientela y del mercado
  • Mejorar la reputación
  • Mejorar la imagen de la empresa

Estos beneficios deben conducir a una mejora de los resultados reales de negocio.

En definitiva, en un futuro muy próximo todas las empresas deberán tener la función de Compliance cubierta si quieren cumplir con la legislación en curso.

Si necesita ayuda o formación para organizar su función de Compliance o cumplimiento normativo, en Consuldat somos profesionales con gran experiencia. Contacte sin compromiso y resolveremos cualquier pregunta o duda que tenga.

El artículo original puede ser consultado aquí.

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